martes, 23 de junio de 2009

ORIGEN DEL LENGUAJE

EL ORIGEN DEL LENGUAJE

"Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras."
(Génesis 11:1)
Son en la actualidad unas seis mil quinientas las lenguas que se hablan en nuestro mundo. De ellas, solamente veinticinco pueden considerarse importantes por su extensión y por su producción escrita.
La pregunta que ha preocupado siempre a pensadores y lingüistas es inmediata: ¿De dónde surgió tal diversidad? ¿Cuál fue el origen de todas las lenguas?
Desde que Charles Robert Darwln, en el año 1871, escribía la frase: "Creemos
que la Facultad del lenguaje articulado no ofrece tampoco seria objeción a la
hipótesis de que el hombre descienda de una forma inferior", en su famosa obra
"El origen del hombre", se han venido publicando toneladas de libros en favor
de esta teoría: La teoría de la evolución del lenguaje, según la cual la enorme
variedad de lenguas que existen actualmente se habrían originado a partir de
los gruñidos y gritos intermitentes de los monos antecesores -según el
transformismo del hombre.
Se ha supuesto, que los hombres empezaron por imitar los sonidos que oían en los animales (bú-bú), o a lanzar gritos emocionales instintivos (pú, pú) o cantos de sincronización al trabajar en equipo (yo-je-jo), más o menos como los remeros del Volga, y todo esto dio origen al lenguaje.

Engels, en su "Dialéctica de la naturaleza" dice: "... los hombres en formación llegaron a un punto en que tuvieron necesidad de decirse algo los unos a los otros. La necesidad creó el órgano. La laringe poco desarrollada del mono se fue transformando... mientras los órganos de la boca aprendían a pronunciar un sonido tras otro." Y esto es, en definitiva, lo que se acepta hoy. Mayoritariamente se cree, se escribe y se enseña que de los gruñidos han surgido las modernas gramáticas; de lo simple lo complejo y de lo primitivo lo civilizado.
Hasta tal punto esto es así que los modernos métodos "científicos" para la investigación del origen del lenguaje se centran en la observación de los recién nacidos, desde sus primeros balbuceos, y en el estudio de retrasados mentales, pues según Maistre (1963), estos deficientes nos marcarían las etapas por las que la inteligencia humana tuvo que pasar para conseguir hablar.
Pero ¿estamos ya en condiciones de responder a la pregunta inicial? ¿Es la teoría de la evolución del lenguaje la explicación científica definitiva al problema del origen de las lenguas? Pues parece que no; la cosa no es tan simple como creían Darwin, Engels y sus correligionarios.

EL CASTELLANO

Según el insigne Ramón Menéndez Pidal, podemos distinguir dos zonas de habla del nuevo castellano:
A) Castilla Vieja y la Montaña, es decir, Amaya, Campoo, La Bureba, Mena y las estribaciones sur de la cordillera Cantábrica (Norte de Burgos).
B) Zona de Burgos, Lara y Clunia(zona centro y sur de Burgos).
En cada zona se daría una evolución con ciertas diferencias. Así, podemos distinguir los siguientes rasgos peculiares de cada comarca:
En Castilla Vieja y la Montaña:
- Conservación hasta el siglo XI del sufijo -eiro, derivado del latino -ariu, que en Burgos se perdió y convirtió en -ero desde mucho antes.
- Pérdida de la F- inicial latina, debido al rechazo por parte de vascones y cántabros de este sonido.
- Conservación de la -e final hasta el siglo XI.
- Conservación de la -u final que se conservaría en la lengua escrita inclusive hasta en el siglo XIII.
- Asimilación del artículo a algunas preposiciones hasta el siglo XIII.
- Uso del artículo lo.
- Peculiar grafía del sonido prepalatal fricativo sonoro en gg.
Rasgos de la zona de Burgos centro.
Esta zona de Burgos, Lara y Clunia, se vería influenciado por el contacto con las zonas riojanas,
- Pérdida del sonido inicial G-, rasgo desconocido en los demás dialectos romances.
- Pérdida de la F- inicial, fenómeno que no se daba ni en leonés ni en mozárabe.
- Pronunciación del fonema prepalatal fricativo sonoro a diferencia del palatal central o lateral de los demás romances.
- Palatalización de los grupos latinos -ct- y -ult- previa consonante implosiva.
- No diptongación ante -yod-, mucho antes que el leonés, aragonés y mozárabe.
- Cambio de -x- por -z- (dentoalveolar africado sonoro en vez de prepalatal).
- Adelantamiento por siglos en el uso de los diptongos ue y ie, en la monoptongación de ie en i, rasgo ya habitual en el burgalés en el siglo X y que no se consolidó más al sur hasta el XIV.

Toda lengua, necesita de préstamos lingüísticos para seguir creciendo y hacerse más eficaz. El Camino de Santiago, a su paso por Burgos, era un foco importantísimo de cultura proveniente de Europa, así, también nuestra lengua castellana se vio enriquecida por este influjo cultural, fueron varios los galicismos y provenzalismos que tomamos prestados. La influencia árabe también se dejó sentir en diversos campos, como en topónimos, antropónimos, términos militares, de agricultura, comercio, vestimenta...
El castellano poco a poco se iba extendiendo a lo largo de las tierras reconquistadas y también hacia otros reinos ya cristianos. "La potencia política y el nivel cultural de Castilla fue lo suficientemente fuerte para que los reinos vecinos aceptasen paulatinamente su modo de hablar, por conveniencias y necesidad. El castellano no se impuso 'a golpe de espada', sino que fue asumido y aceptado por su prestigio y porque era el soporte de un poder superior."
Burgos fue la zona de unificación de ese conjunto de "castellanos" primitivos y aquí se dirimieron las normas y cambios de esta lengua hasta que en siglo XII Toledo, nueva capital política aceptó tomó esta lengua como suya y se expresará desde aquel momento en castellano, diferente al burgalés, pero castellano.
Esta lengua que nació en un pequeño territorio, fue evolucionando, creciendo y finalmente se extendió a todo el territorio peninsular y a otros continentes. Lengua tomada por un pueblo que hizo que se sintiera orgulloso de su habla. Actualmente su importancia mundial es evidente, hablada por 400 millones de personas de Europa, América y Asia. Lengua que crece con sus peculiaridades incluso en el mismo ambiente anglosajón, aunque si bien, vive hoy en día con el peligro de una gran influencia anglosajona. Cada día, son numerosas las nuevas acuñaciones derivadas del inglés que entran de una forma indiscriminada en el lenguaje común de la calle, sobre todo en el campo de las ciencias técnicas, es obvio el carácter anglosajón por ejemplo de los nuevos lenguajes como el informático, en el que se utilizan voces de una lengua cuando perfectamente se pudieran usar otros derivados de las nuestras.