martes, 15 de junio de 2010

ESTRUCTURA DE LA EXPOSICIÓN ORAL

La exposición oral consta de las mismas partes que la exposición escrita:


Una introducción (breve), en la que se expresan los objetivos y las ideas principales.
Un desarrollo (más extenso)
Una conclusión (breve), en la que se resumen las ideas que se han ido exponiendo.
A estas tres partes deben añadirse:
Un elemento inicial destinado a llamar la atención del auditorio [Forma parte de la introducción, la precede]
Un cierre [Forma parte de la conclusión]
A continuación, si el tiempo lo permite:
Un turno de preguntas,
Agradecimientos [Forman parte de la conclusión]
La introducción

Después de saludar al público y antes de presentar el tema de la exposición es importante introducir algún elemento destinado a captar su atención. Éstos son algunos recursos habituales:
Hacer una reflexión en voz alta. Realizar una afirmación categórica, insólita, arriesgada, sorprendente... Contar una anécdota, relacionada con el tema de la exposición. Presentar un acontecimiento reciente, vinculado al tema que se va a tratar. Plantear una pregunta, que permita introducir la idea o ideas que se desarrollarán. Plantear un enigma, una adivinanza. Leer un fragmento de un texto, literario o no, que pueda impresionar al auditorio. Mostrar un objeto. Interpelar al auditorio. La introducción debe incluir: 1. [un saludo al auditorio]; 2. [un elemento , que puede ser, como ya se ha anticipado, una reflexión, una anécdota, una pregunta, una afirmación categórica...]; 3. el tema que se va a tratar, posiblemente ya ha quedado recogido en el título de la presentación; 4. el objetivo de la exposición: informar o convencer / persuadir al auditorio. 5. la estructura de la exposición. Adelantar las partes de que consta la exposición y las ideas que se presentan en cada una de ellas.
Cuando se prepara la introducción en necesario tener en cuenta:
Es necesario presentar el tema de la exposición.
Hay que tener siempre presente lo que el auditorio ya conoce del tema y plantearlo al principio.
Es necesario presentar el objetivo de la exposición, es decir, hacer hincapié sobre aquello que el público todavía no sabe sobre el tema.
Conviene resumir las ideas de la exposición y explicar cómo se procederá.
El desarrollo

En el desarrollo de la exposición se presentan las ideas principales y las ideas secundarias, siguiendo este esquema: se enuncia, en primer lugar, una idea principal; a continuación, las ideas secundarias que de ella derivan; y se retoma la idea principal para cerrar la secuencia expositiva (que se corresponde a un párrafo en la escritura).
Es necesario introducir frases de transición entre las diferentes ideas principales que sirvan de nexo de unión entre lo que ya se ha dicho y lo que vendrá a continuación.
Cuando se prepara el desarrollo de una exposición hay que tener en cuenta:
El desarrollo es la parte más extensa de la exposición. Conviene tener bien preparado el tema para ajustarlo al tiempo de que se dispone.
Conviene no alejarse nunca del hilo conductor de la exposición.
No hay que extenderse o entretenerse en los conocimientos que el auditorio ya posee.
Hay que aportar argumentos o razones que justifiquen las afirmaciones.
Hay que dejar bien claras las diferencias entre hechos, opiniones y sentimientos.
La conclusión

La conclusión debe incluir: 1. Un resumen de la exposición; 2. Una referencia a la idea que se ha utillizado como hilo conductor del discurso; 3. Un cierre; 4. Un indicación de que la exposición está acabando; 5. El agradecimiento al auditorio. 6. (Sólo si hay tiempo,) una invitación a plantear preguntas.
Por estos motivos, cuando se prepara la exposición es necesario tener en cuenta que:
La conclusión debe presentar un resumen rápido de las principales ideas de la presentación.
En la conclusión se debe retomar la idea que se ha utlizado como hilo conductor a lo largo del discurso.
Por otra parte, en el turno abierto de preguntas, es conveniente seguir estos consejos:
Mirar a la persona que está planteando la pregunta y esperar a que termine de formularla.
Si no se ha entendido bien la intención o el contenido de la pregunta, pedir a la persona que la ha planteado que la reformule.
Responder de brevemente, ya la información que se proporciona responde al interés de una sola persona.
Cuando se está respondiendo a una pregunta concreta, hay que mantener en contacto visual con todo el auditorio.
Si se desconoce una respuesta, conviene decirlo abiertamente.
Si algún asistente señala un error del ponente, conviene que éste lo reconozca, explicando las causas que lo han inducido o indique que consultará de nuevo sus fuentes.
Si no hay tiempo, se puede ofrecer al auditorio la posiblidad de responder a las preguntas de forma individual.

En cuanto al lenguaje, hay que tener en cuenta que estos textos deben adecuarse al registro formal y que se producen en el ámbito académico, por tanto, deben presentar un alto grado de formalidad y corrección en el uso del lenguaje.
La característica más importante de la presentación oral es que la información se transmite una sola vez, sin que exista la posibilidad de ir hacia atrás y revisar "lo dicho". Es muy importante facilitar la comprensión al auditorio, permitirle que pierda partes de la presentación sin que esto afecte a la comprensión global y asegurarle que podrá retomar el hilo de nuestros discursos en todo momento.
hay que recordar que la lengua hablada tiene algunas características que la alejan del discurso escrito:

Las frases cortas facilitan la comprensión.
Verbos en forma activa.
Los tecnicismos deben ser explicados o traducidos al registro estándar.
Las fuentes consultadas deben estar rigurosamente anotadas, es posible que alguien pregunte por ellas.

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